Cuando practicamos algún tipo de deporte extremo con la bici, solemos elegir accesorios que mejoren nuestro desempeño, los pedales automáticos junto con las calas son unos de ellos. Con el tiempo estas últimas tienden a desgastarse y deteriorarse, y para hacer que funcionen debemos tener unas calas en perfecto estado y adecuadas a los pedales.
Ahora bien, como sé cada cuánto tiempo debo de cambiar estas calas para mantener sus beneficios, qué tipo de mantenimiento requieren y con qué frecuencia, a continuación, responderemos estas interrogantes y te enseñaremos a cambiar tus calas de manera correcta.
Mira cómo funcionan los pedales automáticos y qué beneficios le proporcionan a tu desempeño.
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El problema es que no existe respuesta exacta para esta interrogante, esto se debe a que el desgaste es relativo al uso que se les dé a las mismas, es decir, mientras más uses tus calas, mientras más extremo y demandante sea el deporte que practiques, más rápido será necesario un reemplazo, esto teniendo en cuenta que a las calas también se les realiza un mantenimiento.
Otro factor que influye en el cambio de estas es la calidad de las mismas, para nadie es un secreto que no todos los fabricantes ofrecen el mismo nivel de calidad en sus productos.
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Cómo ya lo mencionamos no existe un tiempo específico para saber cuando cambiar las calas, sin embargo, sí podemos fijarnos en algunas señales que claramente indican que hay que hacerlo.
Lo principal antes de hacer el cambio es conseguir unas calas que se adapten a los pedales automáticos que tienes, olvida la marca de las zapatillas, lo realmente importante es conseguir la cala de la misma marca del pedal, de esta manera encajarán a la perfección.
Una vez tengas tus calas nuevas listas, es hora de comenzar la instalación.
Si eres principiante y tus zapatillas no cuentan con calas viejas con las que guiarte te recomendamos ver el siguiente video donde aprenderás a colocarlas correctamente desde cero.
No olvides realizar un mantenimiento adecuado con la frecuencia correcta para ayudar a cuidar las nuevas calas.
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Utilizar calas hasta que se dañen no es lo correcto, lo mejor y más correcto es que constantemente realices un mantenimiento de las mismas para ayudar a mantener su integridad, y quizás aumentar su vida útil.
Esto es simple ¡siempre que las utilices! Así es cada vez que termines una sesión de pedaleo chequea tus calas y verifica que no queden mojadas, llenas de tierra o con algún desperdicio pegado.
La idea principal de esto es cuidarlas del óxido, ya que este podría desgastarlas más rápido, e incluso afectar la durabilidad de su material. En cuanto a los desperdicios, podrían quedarse atorados dentro de la cala y cuando quieras hacer un acople con el pedal esto podría perjudicarlo, pasando la suciedad al pedal y afectando su eficiencia.
Esto es muy sencillo, si tus calas se han ensuciado puedes lavar con abundante agua para retirar todo, si puedes agregar presión al agua te podría facilitar la limpieza.
Si sientes o notas que la suciedad ha penetrado debajo de la cala, esto significa dos cosas: la primera es que probablemente la cala no esté bien puesta, dejando espacios para que la suciedad entre y segundo que debes desmontar para limpiar.
De ser así sigue los pasos del cambio de calas, elimina la suciedad y vuelve a ensamblar todo, asegúrate que esta vez quede bien acoplada a la zapatilla.
Verifica siempre que las calas no queden mojadas o húmedas, tanto cuando se mojen en el terreno como cuando las laves, lo ideal es que las seques muy bien antes de guardarlas.